La banda finlandesa Nightwsh se presentó en Chile este 2 de octubre en el marco de su gira “Decades World Tour 2018”. El show, que vino en compañía de la banda holandesa Delain, hace bastante tiempo había agotado cancha y se vendía rápido desde su anuncio. Esta presentación es un hito único y fuimos afortunados quienes pudimos presenciarla, puesto que se tocarían los temas clásicos y más antiguos de la banda, posibilidad que no se tiene a menudo y que probablemente no volverá a ocurrir en mucho tiempo.
Desde muy temprano el Teatro Caupolicán empezó a reunir a un público muy entusiasta y expectante de lo que sería esta presentación que reuniría sus más de 2 décadas de existencia. Recordemos que la banda nace en 1996 de la mano de Tuomas Holopainen.
El movimiento comenzó a eso de las 15:30 h, momento en que la productora llamó a los asistentes que contaban con entradas para “Meet & Greet” a hacer ingreso al recinto y así tener un momento más íntimo con la banda.
La apertura de puertas fue pasada las 18 h, donde el público entusiasta y ansioso se vio enfrentado al poco personal que dispuso el teatro para revisión de los asistentes, formándose un gran atochamiento en el hall del teatro. Afortunadamente, lo que fue un poco engorroso en un principio, pudo solucionarse rápidamente para hacer el ingreso más expedito de los cientos de personas que aguardaban a las afueras del teatro.
A eso de las 19:45 Delain sale a escenario de la mano de su vocalista Charlotte Wessels. Esta banda nacida el 2006 por el ex integrante de Within Temptation, Martijn Westerholt, se presentó por primera vez en noviembre del año pasado en Chile. Delain es la nueva camada del metal sinfónico, que con un manejo impecable en escenario logra conectar con el público presente.
Delain venía presentando su último disco “Moonbathers” que fue lanzado en agosto del 2016 a través de Napalm Records. En esta tónica “Hands of gold” es la primera canción en sonar, seguido de “Suckerpunch”, acá es donde por primera vez Charlotte interactúa con el público y este le hace sentir su calor. “The Glory and the Scum” y “The Hurricane” les siguen, pertenecientes al mismo disco.
El punto más alto de la presentación fue cuando Marco Hietala se hace presente en el escenario haciendo dúo con Charlotte en “Sing to me; con esta canción la audiencia explotó en euforia y fue un pequeño adelanto de lo que sería la presencia de Nightwish en el escenario. Marco ha colaborado en un par de canciones más con Delain, así que fue una instancia perfecta para cautivar y motivar aún más al público.
Siguiendo con la línea de “Moonbathers”, “Fire with fire” es una canción potente que el público coreo y saltó sin parar. La banda muestra una complicidad y energía que se transmite a los asistentes. El show continuó con “Danse Macabre”, que es además el nombre que han adoptado para la gira mundial que hicieron el año pasado. Luego vinieron “Don’t let go” del disco “The Human Contradiction” (2014) y para finalizar “We are the others”, canción que tiene una gran carga emocional y que fue inspirada en la muerte de Sophie Lancaster en el año 2007. Es una canción que habla sobre la aceptación de cada persona.
Fue una muy buena presentación la que hicieron los holandeses, duró al menos unos 45 minutos, pero como el show debía continuar, la ansiedad en el público se hizo sentir ya que venía el plato principal. Afortunadamente, gracias a la confirmación de Charlotte, tenemos la certeza de que volverán el año entrante en compañía de la banda VUUR de Anneke Van Giersbergen,
A las 21 h Nightwish comienza. Luego de una emocionante cuenta regresiva, Troy Donockley se sitúa solitario en el escenario regalándonos un momento único con “Swanheart”. Esta introducción fue perfecta para comenzar, la calma antes que empiece el caos. Con “Dark Chest of Wonders”, el primer single del disco “Once” (2004), comienza el show y el público no deja de vitorear y saltar hasta “Wish I had an Angel”, que sigue la misma tónica. Con “10th Man Down”, retrocedemos al 2003 de “End of innocence”. En canciones como ésta es cuando nos damos cuenta que Floor Jansen fue la mejor decisión que pudo haber tomado Tuomas, su calidad vocal es increíble.
Cuando Troy da inicio a “Come cover me”, del disco “Wishmaster” (2000), el público se vuelve loco. Pasando por “Oceanborn” (1998) sigue “Gethsemane”, una canción que hace muchos años Nightwish no tocaba en vivo. “Elan” de la última producción, es un tema pegajoso que guste o no, en vivo da para disfrutar bastante. “Sacrament of Wilderness” y “Deep Silent Complete” dos clásicos que el público disfrutó, cantó y se entregó a la banda.
“Dead Boy’s Poem”, debo decir que es la canción que más esperaba del concierto y definitivamente no defraudó. Una obra de arte y la versión acústica la hizo más íntima, sonando realmente increíble. “Elvenjig”, nos hizo disfrutar de un sonido “Folk” mientras cada uno de los integrantes de la banda se lucía en su instrumento. Con “Elevanpath” del disco “Angel Falls First” (1997) vuelve la euforia del público ya que es también una de las que hace muchos años no se cantaba en vivo,
Así seguirían luego los acordes de “I Want My Tears Back” (Imaginaerum-2011), haciendo que el teatro se viniese abajo. Durante toda la canción el público no paró de bailar y la misma Floor Jansen se asombraba de cómo el reciento temblaba completo.
Continuaba “Amaranth” del disco “Dark Passion Play” (2007), single que marcó una era luego de la llegada de Anette Olzon y que ganó muchos adeptos nuevos para la banda, lo que se notaba al escuchar al público corear.
Lo que vino después sería la versión que hicieron de “The Carpenter” en la voz de Troy y Floor, creando un ambiente único y especial. “The Kinslayer”, que realmente es una maravilla escucharla en vivo nos dejó a todos locos de tanto headbanging. Luego Marco nos presenta “Devil & the Deep Dark Ocean” y ésta sin duda fue una de las más aplaudidas, Floor Jansen se lució en este tema; de recordarlo se me eriza la piel.
“Nemo” es una de esas canciones del recuerdo que siempre serán recibidas con entusiasmo y nostalgia. A estas alturas ya varios habíamos llorado más de alguna vez. “Slaying the Dreamer”, única canción que tocaron del disco “Century Child” (2002) es una tremenda canción que remece al público con energía y con la garganta desgarrada nos sumamos a la energía de Marco y Floor.
Así seguimos con lo que creo yo, fue el punto más alto de la noche, “The Greatest Show On Earth”, en su versión completa (normalmente tocan sólo algunas partes de esta larguísima pieza). Hubo muchos factores que hicieron este momento perfecto, la instrumentalización, la iluminación, la proyección en pantalla que acompañaba cada segundo de la canción, simplemente Tuomas, Floor, Marco, Emppu, Troy y Kai hicieron algo brillante en el escenario. Sentí por un momento que todos los asistentes estaban hipnotizados, hubo un respeto absoluto de la audiencia hacia la banda.
El show terminaría con “Ghost Love Score”. Sin duda alguna fue esta canción con la que Floor Jansen se consagró en Nightwish y se ganó a los fans que estaban dudosos con su llegada a la banda. Es una de las más esperadas en el show, porque la calidad vocal de ella es sorprendente.
Nightwish a lo largo de su historia ha tenido varios cambios y me refiero a la parte vocal. Tarja Turunen, quien inició en este proyecto y fue quien nos enamoró de esta banda, Anette Olzon, que con sus cualidades le dio un aire distinto y un sonido nuevo; y con Floor Jansen, quien a modo personal se apoderó de las canciones y las hizo propias en su estilo, han consagrado una banda que ha sabido renovar transgrediendo generaciones, sumando y enamorando a sus fan a través de su trayectoria.
Ayer tuvimos una clase magistral de por qué Nightwish es pionero en su estilo. “Decades” vino cargada de nostalgia, clásicos que no se escuchaban hace muchos años y que definitivamente la fanaticada extrañaba.
Afortunadamente, para quienes decidimos dejar el celular de lado para disfrutar enteramente de este magnífico show, recordar que esta gira será inmortalizada en un DVD. Éste será editado con las grabaciones del pasado show en Buenos Aires y el de este 4 de octubre, en Bogotá. Lamentablemente Chile no será partícipe de este DVD, pero eso no fue impedimento para disfrutar este show como correspondía.
No nos queda más que agradecer de corazón a la banda por entregarnos un show de excelencia, de calidad, con un profesionalismo y standard muy superior y que nos deja esperando por más. ¿Será el 2020 el año en que volvamos a tenerlos? Esperemos que sí.
Review por Sid
Fotos por Nicolás Valdés
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