Luego de una intensa y extenuante semana laboral, la velada asomaba prometedora y necesaria para una real desconexión del ajetreo de la vida mundana. Esta ansiedad en parte se veía sustentada por la gran expectativa generada luego de las sucesivas escuchas del excelente álbum debut “No Ink for a Self Portrait” de la banda nacional G.E.N.
A eso de las 20:30 hrs. En una fría noche de viernes capitalino, me dirigí hacía este encuentro con la música de una banda que en lo personal, me genera una particular y visceral conexión. Luego de un viaje de aproximadamente 40 minutos en nuestro nunca bien ponderado transporte público, llegué al pequeño bar MIBAR ubicado en Santa Isabel muy cerca de la estación de Metro del mismo nombre, rodeada de varios y conocidos antros del sector. Al ingresar a este lugar, me dirigí al segundo piso, en donde me encontré con una importante afluencia de público de naturaleza variopinta, un stand de venta de entradas y discos en el que una bella jovencita, recibía con gesto amable a la concurrencia, entre los cuales se mezclaban personas de las más diversas estéticas y rangos etarios. El ambiente era distendido, de mucha conversa, un escenario pequeño con una decoración intimista, sillas dispuestas en forma de pequeño anfiteatro para contemplar de forma serena y atenta el show de G.E.N que contiene un fuerte elemento teatral que mezcla de forma equilibrada y complementaria con su música.
Bajo el manto azulado de un buen set de luces led, y al abrigo de una audiencia expectante y comprometida comenzó la presentación con algo de retraso. De esta forma aparece en escena, Andrés M. Catarsis que con paso sereno y seguro, porta un candelabro de 3 velas, que a los segundos se posa sobre una mesa pequeña circular que junto a una botella de un mágico elixir y una añosa máquina de escribir son mudos testigos de un show que promete. Tras un breve silencio, Andrés exclama con voz firme y matizada: “Soy el mal poeta más buscado, acechado por la palabra, atormentado por el verso…soy el anti héroe, uno de barrio… cuento historias, cuento cuentos… el lenguaje me simpatiza, pero el lenguaje opuesto, el del silencio… aquel que calla todo lo que queremos decir…Yo he sido un creador, de la palabra y el verso, de la imagen y el canto…y mi gran creación no es más que un leve recuerdo de lo que alguna vez fue…sólo una creación más, la que no se olvida ni deshace…ante el mandato y disposición de la ley natural. Yo tuve un hijo, y él no me recuerda, no con los ojos verdaderos, los de la experiencia…lo que fue mi luz es hoy mi sombra…hijo mío, ¿puedes escucharme? … Se inicia así, la fase musical de este show con el primer corte del álbum titulado “Monologue of An Isolated Man Part I” un tema que tiene un desarrollo dramático y sónico paulatino, que calza de maravilla con la dinámica requerida para esta obertura, tras los casi 8 minutos de duración de este tema, y de forma consecutiva; se escuchan las armonías y aflora la melancolía de uno de mis temas preferidos del disco “Shadow of Light”, a estas altura la audiencia ya se encuentra sumida en el embrujo de una sólida puesta en escena y un sonido que permite disfrutar todo el talento de esta agrupación nacional, que luego de ejecutar este tema, suma a su intensa entrega “on stage” el notable “Dead Tears”, a modo de transición y buscando complementar lo sónico, a un costado del escenario se proyecta en un telón el evocador audiovisual que antecede al tema “Catarsis”, otra pieza destacada en el tracklist de “No Ink For a Self Portrait”. Al terminar este track, se genera una penumbra, complementada por la atmósfera y energía opresiva de un momento de reflexión y liberación que se ve refrendado por las palabras del personaje en escena (Andrés M.)… quien en voz alta y con un dejo de rabia contenida exclama: Ya es hora… debo seguir con mi obra, escribir palabras sueltas, frases encubiertas…maquillar mis circunstancias con pintura barata… Al parecer todos se han ido… Aquí sólo se encuentra dolor e incertidumbre, tal vez dieron vuelta la página tomando un nuevo rumbo, allá ellos… ¡Eyyyy! ¡Eyyyyyyy! ¿Alguien puede oírme? Una vez dicho esto, comienza a sonar el track que más posee en mi opinión la impronta Doom, por su fuerza, cadencia y alta emotividad titulado “Monologue of An Isolated Man Part II”, transcurren así poco menos de 10 minutos en los que como audiencia nos vemos envueltos en una densa capa de humo y sumidos en sentimientos de melancolía profunda, luego de la intensa dosis musical experimentada.
Transcurrida una breve pausa, en donde el personaje principal se queda dormido sobre su mesa y complementos, se proyecta en el telón el segundo audiovisual asociado al siguiente tema en el tracklist, “Farewell” que con la fuerza necesaria se transforma en una bocanada de esperanza y liberación ante la opresiva transición previa. Una vez que concluye “Farewell” el personaje principal, observa a la audiencia y a los músicos que con una sensación de intimidación, no atinan a nada … y sólo se preparan a continuar con la entrega final de música para aliviar el dolor del alma sufriente que observa… así el furibundo interpelador señala: ¿A ver? ¿Qué me miran con esas caras? ¿Algún problema? ¡Jódanse estúpidos!… Manifiesto, que soy un completo idiota. El sufrimiento, como mi mejor amigo…como catalizador…y he venido para partir…una palabra más, es un momento más para seguir vivo y postergar mi destino…manifiesto que me he cansado de seguir, sí, me he cansado de seguir…manifiesto….
De esta forma y con un tempo calmo, suenan las primeras notas del tema “Manifesto” que ya conociéramos a través de su EP Homónimo el año 2013, y que ahora con nuevos bríos forma parte de este destacado álbum debut. Ya cerrando su presentación y manteniéndose presente la atmósfera sombría y los elementos teatrales mostrados a lo largo del elaborado show, llegamos al último momento de declamación, ante el cual Andrés exclama… Estoy cansado…la luz al final del camino frente a mí. Conté mil historias, tuve mil aventuras….y no es que me cansara de vivir, es que no había para qué cansarse…en un lugar donde no hay lugar para corazones, me refugié en la oscuridad, bajo mi sombra marchita…me refugié buscando razones, buscando motivos, siempre algo más allá de lo mundano y urbano…más allá de la melodía que trajera el viento consigo sin importar el lugar de donde los espíritus antiguos soplaran. .Yo caminé sobre las espigas…otro motivo más, para anunciar mi retiro… tras estás sentidas palabras, y colocando el broche de oro a una excelente puesta en escena, que gozó de un sonido claro y poderoso, llegamos al término de un gran lanzamiento de un disco que contiene altas dosis de emotividad, fuerza interpretativa y un elevado nivel instrumental.
Concluye esta presentación el único tema en español del álbum, titulado “Epilogo de un retirado” que con un inicio poderoso da la libertad expresiva para que fluyan las emociones contenidas, y a su vez se maticen las palabras en la sección media de guitarras de corte más post rock que este tema nos propone. En definitiva, tuvimos el agrado de asistir a una noche mágica, en la que por un momento el frío del invierno capitalino, se fundió con la propuesta cálida, emotiva y expresiva de una banda que está por sobre las etiquetas que definen los géneros y que posee una esencia que de seguro nos seguirá brindando sublimes y venideras experiencias, sin duda una jornada memorable.
Reviews por Raúl Valenzuela Silva | Fotografías por Salvador Campos Bravo
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