Hoy por hoy, al hablar de los polacos Behemoth, debemos recordar que nos referimos a una de las bandas más brutales que existen en la actualidad tanto a nivel de su calidad en vivo, como del intenso legado sónico que ha significado su extensa y hasta ahora suprema discografía. Luego de una pausa de 5 años desde su última placa “Evangelion” que para muchos se hizo muy prolongada, Nergal y sus huestes nos azotan con su esperada nueva placa (décima), que lleva el provocador y representativo nombre de “The Satanist”. Este nuevo trabajo de estudio, contiene 9 temas que fueron compuestos en su totalidad por Adam “Nergal” Darski (voces/guitarra), este hecho de alguna manera le brinda una nueva dimensión y enfoque al álbum, más aún, cuando consideramos el complicado estado de salud que vivió Nergal al ser diagnosticado de Leucemia el año 2010, situación que superó gracias a la campaña organizada por fans que permitió que se lograra el trasplante de médula ósea requerido.
En cuanto a “The Satanist” les cuento que esta nueva y maciza ofrenda está compuesta de 9 temas de un brutal, apabullante y blasfemo Black Death Metal, algo esta salvedad, porque a mi entender el término Death no alcanza a reflejar toda la crudeza y malevolencia de esta obra, en donde Nergal como es su costumbre da rienda suelta a su mensaje abiertamente anticristiano, incendiario y de una profunda oscuridad conceptual e ideológica.
En términos compositivos, este nuevo trabajo preserva los elementos por los cuales Behemoth es respetado a nivel mundial, como son la fuerza interpretativa de Nergal en el apartado vocal y la solidez de los riffs y estructuras de cuerdas que a su vez ejecuta con maestría, por otra parte se suma a esto, la velocidad, manejo de dinámicas y tecnicismo de su baterista Inferno, más el contundente y fluido apoyo que le brinda a las líneas melódicas y patrones rítmicos el bajista Orion. En mi opinión, lo que distingue este disco con respecto a los predecesores, es la incorporación de arreglos de teclados tipo coral que le brindan una tensión dramática y apocalíptica a varios pasajes o momentos de los tracks de este trabajo, por otro lado, existe un uso matizado de los “blastbeats” por parte de Inferno, lo que redunda en temas con un mayor enfoque en la variedad rítmica, alcanzando momentos de notable “groove”, los arreglos de cuerdas también merecen ser destacados, ya que existen muy buenas progresiones tanto de tempo como de intensidad, con un bajo que se suena macizo, poderoso, machacante, y que se funde muy bien con la afinación grave y orgánica de la batería, se percibe una gran dedicación en el manejo de diferentes texturas de sonido, que van desde sonidos de instrumentos de viento tipo trompetas, hasta sutiles y acertados teclados que exacerban la fuerza y oscuridad de este gran álbum. Toda esta amalgama de elementos, se desarrolla en poco menos de 45 minutos intensos, que siendo honestos me parece una duración acertada para un disco que requiere varias sesiones de escucha para dimensionar y asimilar de forma integral.
En cuanto al tracklist, el álbum abre literalmente los fuegos con el infernal “Blow Your Trumpets Gabriel” que evidencia este enfoque mixturado en donde conviven y fluyen en armonía la brutalidad con lo rítmico, destaco el interesante juego de contratiempos de velocidad en la sección media entre los riffs de guitarra y los “blastbeats” de batería que pese a tener velocidades dispares, es justo ese matiz lo que le brinda el sello diferenciador al arreglo, los sonidos de los bronces también cumplen su cometido al realzar el tinte apocalíptico del tema, le sigue en igualdad de condiciones, ”Furor Divinus” que comienza de forma directa y ondera, para a los pocos segundos explotar con trepidante velocidad y furia Black Metaloide, con un Nergal desatado que expele su blasfemo mensaje con visceral intensidad. “Messe Noire” comienza con acordes difusos de guitarra, un interesante “pattern” de redobles sobre la campana del “ride”, intercalado con momentos de velocidad, donde afloran unos acertados teclados llenos de oscuridad, para en el ritmo a media velocidad de la parte final rematar con un excelente solo de guitarra.
Llegamos así, al que para mí es uno de los mejores temas del álbum titulado “Ora Pro Nobis Lucifer” de naturaleza más Death Metalera, con un desarrollo rítmico bien elaborado, buenas transiciones, y la riqueza de texturas mencionadas previamente. “Amen” nos azota con la velocidad implacable de Inferno en batería, y la excelente incorporación de las voces corales que cual conjunto de ángeles caídos evoca el fin de los tiempos bajo la artillería sónica de este trío infernal. “The Satanist” es el tema que le da el nombre a este álbum y vaya que manera de honrarlo, con un inicio calmo a media velocidad, a ratos engañoso, fluye desde un ritmo bien “groovy” sostenido por un sustancioso sonido de bajo, ligeramente distorsionado, y avanza hasta transformarse alrededor del minuto 4:00 en un furibundo hijo del fuego, donde los “blastbeats” y las trompetas son las señales que anuncian el ingreso al reino ardiente de Behemoth. De esta forma, enfrentamos la triada final de tracks de este álbum, en donde “Ben Sahar” aparece en mi opinión, como el tema más débil del disco, básicamente porque luego de la intensidad y variedad de sus predecesores, este track no alcanza a generar el mismo impacto, siendo algo plano y carente de la fuerza y dinamismo exhibido, mejorando sólo hacia el final. “In The Absence Ov Light” es el típico tema Black Metal al estilo de Behemoth, o sea, con variaciones de velocidad, buenos arreglos de cuerdas, una voz desgarrada y llena de maldad, pero con la particularidad del agregado de sonidos de Saxo y guitarra acústica, que generan una especie de puente con la parte hablada en polaco en la sección media del tema, para luego de pocos segundos retomar la furia y malevolencia que exuda el disco en su totalidad.
Cierra este excelente álbum, el tema “O Father O Satan O Sun” otro de mis elegidos como tema destacado, para mi este track sintetiza todo lo exhibido por Behemoth a lo largo del álbum, tenemos cambios de velocidad, buenos arreglos vocales, atmósferas opresivas, un intenso trabajo de cuerdas, matices dinámicos, un mensaje letrístico descarnado y directo que no da pie a dobles lecturas, los teclados del minuto 4 en adelante no hacen más que incrementar la sensación de estar frente a algo épico, grandioso y vasto. Sin duda, un broche de oro para un álbum que tiene todo lo necesario para ser considerado como uno de los grandes discos de este 2014, la crítica internacional y las ventas así lo avalan y este humilde servidor da testimonio de ello.
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Reviews por Raúl Valenzuela Silva
